Marketing práctico: más que Powerpoint!

Una de las frases clave en la Historia de la Humanidad ha sido “El papel lo aguanta todo”.

Una de las frases clave en la Historia de la Humanidad ha sido “El papel lo aguanta todo”.

Mucho daño ha hecho esta frase, tanto en el mundo social como en el político o el económico. Pero, sobre todo, ha hecho muchísimo daño en el mundo de la comunicación, el marketing y la publicidad.

¿El papel lo aguanta todo?

Siempre he tratado de eliminar el inconfundible humo que rodea a nuestro sector. Un mundo, como el del fútbol, en el que fácilmente todo el mundo opina, se cree en posesión de la verdad o pone en juicio tu criterio. ¡Qué curioso que la inmensa mayoría no opine de las consecuencias de la fuerza de la gravedad en los viajes espaciales o del funcionamiento de las mitocondrias celulares!

Esta “facilidad de opinión” ha hecho que, además de permitir la opinión del “primero que pasa por la calle”, haya abierto una grandísima puerta a juglares, individuos sospechosos, partidarios del “pelotazo” y demás insignes personajes de verbo fácil que no hacen sino contaminar la profesión, golpear proyectos empresariales construídos a base de mucho esfuerzo y, en definitiva, generar un concepto erróneo y equivocado de los profesionales (muchísimos y, muchos de ellos, buenísimos) que integramos este mundo.

Siempre he huído del estancamiento en el papel (que lo aguanta todo). De ahí que siempre haya querido para mis clientes aquello que querría para mi. Aquello que se sustenta en una estrategia, en unas tácticas y en una puesta en marcha coherente, aquello que busca el análisis previo y el posterior, que mide, que cuantifica todo lo posible (pues muchas veces no es fácil) y que guarda un rigor profesional fuera de toda duda.

Todo lo anterior es lo único que puede hacer que un proyecto profesional dure, evolucione, genere riqueza y haga posible el aportar un VALOR AÑADIDO REAL a nuestra sociedad, generando mejores clientes, mejores profesionales, más puestos de trabajo y, en definitiva, posibilitando la evolución de nuestra especie.

Moraleja: ¡FUERA PAPELONES!