Seguramente dentro de nuestra azarosa vida dentro del marketing online habremos oído la expresión «landing page» pero, ¿estamos seguros de lo que significa y a qué se refiere?
La expresión «landing page»
Seguramente muchos lo sabréis pero, quizás otros, no lo tenéis tan claro, o bien tenéis los conceptos difusos o poco claros y, por aquello del tan temido «miedo al ridículo», habéis optado por un prudente silencio (ya sabéis el dicho: «más vale parecer tonto que demostrarlo»).
Pues para estos últimos se dirige este post, de tal forma que, en próximas ocasiones, podáis sacar pecho sin dudarlo un segundo.
Si recordamos las fases de la metodología de inbound marketing (atraer, convertir, cerrar y deleitar), ahora nos vamos a centrar en la fase 2: «convertir».
En esta fase, el objetivo es convertir un visitante en un «lead». Recuerdo que un «lead» es un visitante de nuestro site del cual tenemos, al menos, un dato vital e imprescindible, su e-mail.
Pues bien, para conseguir esta conversión es donde entra en juego nuestra famosa «landing page».
Objetivos de una Landing Page
Una «landing page» no es, como he oído en algunas ocasiones, un microsite, o un site sencillo, o un site básico con pocos links de navegación. Una «landing page» es una página web (una!!!!) cuyo único objetivo es captar una serie de datos de nuestro visitante desconocido. Eso sí, nuestro site puede tener tantas «landing pages» como creamos necesarias, ya que los visitantes pueden acceder a ellas desde orígenes múltiples y, por tanto, nos puede interesar tener diseños distintos de «landing pages» según dichos orígenes.
Reglas que debe cumplir una landing page
Una «landing page» tiene que tener obligatoriamente un formulario, ya que es un elemento imprescindible para que el usuario pueda introducir sus datos. Me gustaría destacar en este punto que, en la metodología de inbound marketing, la «landing page» simboliza un intercambio de intereses («te doy mis datos porque tú me das algo que yo valoro en idéntica proporción») y no un atraco a mano armada. Es decir, cuanto más interesante sea lo que voy a entregar a mi visitante, más datos le voy a poder solicitar. Como decía anteriormente, el dato mínimo e imprescindible es el e-mail pero, cuantos más datos podamos recabar de nuestro visitante, cuanto más podamos identificar de qué Buyer Persona se trata, mucho mejor. Algunos datos interesantes podrían ser los siguientes: nombre, apellidos, cargo, empresa, teléfono, número de empleados…
Una vez que nuestro visitante introduce sus datos, pasará a convertirse en «lead» y le daremos lo que le «prometimos» que, en terminología inbound, se denomina «oferta».
Es importante que una «landing page» siga unas reglas mínimas, pero eso es otra historia…